El proyecto de paisaje cultural cafetero, nace en el año 2015 con los
proyectos de innovación social liderados por la Universidad del Quindío, donde
la Institución Educativa Instituto Tebaida, participó con dos proyectos, el
primero de ellos enfocado en el canasto y el papel que jugó en la recolección
del café para los años 80, 90, 2000 y 2010; el segundo estuvo enfocado en los
abuelos recolectores de café y sus historias de vida.
Posteriormente se hace fusión de los dos proyectos anteriores, con el fin
de hacer la transversalidad del currículo, en las áreas de: tecnología,
ciencias sociales, español, matemáticas, ciencias naturales e inglés, buscando
fortalecer la investigación por medio del uso de las TIC.
Una vez consolidado
el proyecto: AL RESCATE DE LA CULTURA CAFETERA, el canasto y los recolectores
de café, fueron las piezas claves de la investigación, para lograr obtener las
grandes historias del Quindío alrededor del café, donde se han forjado una
serie de creencias y valores, que tienen un gran impacto en el paisaje cultural
cafetero.
El proyecto se ha
ido fortaleciendo a través de los años y visibilizándolo en diferentes escenarios
a nivel local, departamental y nacional, con el apoyo del Ministerio de las Tic
y Computadores para Educar, donde se han logrado algunos reconocimientos como:
Segundo puesto a nivel nacional y primer puesto a nivel departamental como
experiencia significativa.
Un aporte
importante del proyecto es haber logrado que los estudiantes elaboraran APP,
juegos interactivos, videos e infografías.
Hoy el proyecto se
visualiza y se trabaja desde la inclusión, Porque en la medida en que
reconozcamos y afrontemos los problemas o dificultades que se nos presenten en
el entorno escolar y busquemos las
estrategias pertinentes para enfrentarlos, creceremos como comunidad y
avanzaremos en la protección de los derechos y el fortalecimiento de los
deberes, como también en el arraigo cultural
de lo que somo y hemos sido como región cafetera, de allí que la pertenencia es
fundamental fortalecerla como seres libres y responsables que formamos parte de
una comunidad que se interesa por la
realización de los otros, y en este caso de los niños con necesidades
especiales o aprendizajes diversos.
De igual forma
generar democracia y empoderamiento desde el trabajo con los recolectores de
café y aquellos que se conocen en la jerga popular como andariegos. Al igual
que reconocer épocas pasadas que han propiciado toda una cultura cafetera a la
cual no podemos escapar, como tebaidenses y parte del eje cafetero.